Prólogo.- ¿Quién eres?
Nuevamente
al despertar tengo una sensación de vacío sobre quien soy, me siento
completamente perdido, sé que estoy vivo pero no sabría decir con
claridad quien soy, quienes son de mi familia, toda esta información
crea estragos en mi mente, es algo difícil el levantarse todos los días
estando tu mente vacía tampoco sé en qué lugar me encuentro por lo que
miro alrededor buscando algún indicio, todo está de color blanco tal vez
un hospital no estoy seguro, al incorporarme en la cama, siento como es
que una pequeña tarjeta se cuelga de mi ropa a través de un listón,
tiene un nombre escrito "Nozomi" junto con otros datos como la
edad, una fotografía, al parecer son estos mis datos “personales” a mi
lado derecho se encuentra una pequeña mesita de noche que tiene una
libreta junto con lapicero, también trae un calendario en el cual están
tachados el transcurso de los días comienzo a redactar en ella, mi nombre es Nozomi al parecer tengo 21 de edad estoy en un lugar extraño,
una campana comienza a sonar al levantar la vista noto un reloj de
pared con segundero de color rojo llegando a contrastar con lo demás,
tengo la mirada perdida en ese objeto cuando entra una señora vestida de
un conjunto blanco por la puerta de la izquierda, sólo me sonríe
mientras me ve, al sostener por un rato la mirada con ella decido
hacerle un simple gesto de la mano de saludarla no puedo evitar el
sentir confusión al observar cómo es que abandona el cuarto tratando de
reprimir unas lágrimas junto con unos sollozos ¿quién era ella? ¿Por
qué se entristeció al verme? ¿Quién soy realmente? ¿Por qué tengo que
estar en este lugar? ¿Por qué me siento incompleto?
Mis
pensamientos acaban siendo interrumpidos esta vez por un chico de
cabellera rubia ceniza junto con unos ojos de color miel su piel era
como la porcelana como de 1.73 de estatura entró a la recámara mientras
me sonreía, al devolverle el gesto no se fue como la señora, además me
trajo un ramillete de hortensias estas flores me hicieron emocionarme
mucho por lo cual me sentí extraño, cómo es qué esta persona me conocía,
¿por qué me sentía tan bien con ella? Es extraño algo en mi interior me
dictaba una serie de confusos sentimientos los cuales van creciendo
cada vez más, además siento como si ya la conociera. Es extraño todo
esto.
Acaba siendo tan grande mi duda respecto a esta persona que no puedo evitar decir la siguiente pregunta – ¿Éramos amigos? –
Al momento su rostro cambió a uno lleno de tristeza se veía vacío por
nos instantes, después volvió a cambiar esta vez con una sonrisa fingida
mientras arrastraba las palabras con un ligero temblor en ellas:
–No, solamente soy uno de los médicos encargados de tu caso, me llamo Kiyoshi espero que nos llevemos bien– asiento con la cabeza después que dijo esas palabras,
siento como si me estuviera ocultando algo, supongo que no podré
entender por qué también su mirada cambió volviéndose triste al decirle
eso o el por qué tuvo que fingir una sonrisa para responderme.
Pov Kiyoshi
Porqué
he decidido hacerme tanto daño con tu presencia, lo mejor hubiera sido
olvidarte de esta forma la herida no dolería tanto ahora me atormento
día a día con la esperanza de que vuelvas a recordar todas las memorias
que hemos hecho juntos, seguir viviendo en aquella ilusión donde me
llamas por mi nombre y sonriendo vamos tomados de la mano aunque todo
esto siempre sea en vano ya que al parecer seguiré siendo inexistente
para ti, cada momento que paso contigo me llena de dolor, siento una
gran presión en el pecho con lágrimas reprimidas del día a día las
cuales dejo caer lentamente al anochecer cada vez que te veo observar
las estrellas cada noche, muchas veces quisiera llamarte por tu nombre,
hacerte feliz como lo hacía antes sé que estaba al tanto de tu estado
pero no esperaba que iba a afectarte de esta forma, al principio
olvidaste el lugar de las cosas o las frases que te decían, después no
recordabas ni a qué escuela ibas, te quedabas perdido entre las calles,
mientras más pasaba el tiempo era peor acabaste en tal estado en que
olvidaste hasta tu propio nombre, era necesario ponerte una credencial
sujeta al cuello para que lo pudieras ver, cuando creíamos que eso era
lo peor no fue así, olvidaste también tu propia familia, te trataban
como si fueran simples conocidos para evitar hacerte daño aunque todos
acabamos sufriendo al final, me pidieron que te cuidara al ser una de
las pocas personas que seguías recordando y así lo hice todos estos
sacrificios son por ti, había decidido estar contigo apoyándote quería
que te recuperaras pronto, sin embargo algo cambió drásticamente:
Un
día al estar en tu casa te notaba un poco más distante, pero decidí no
darle mucha importancia ya que en ocasiones te comportabas de esa
manera, salimos al patio para apreciar mejor el cielo nocturno, mientras
observábamos las estrellas me fui acercando hasta quedar atrás de ti
para finalmente rodearte con mis brazos un gesto el cual decías que te
molestaba pero sabía que te gustaba, acabando en un dulce beso. Trataste
de alejarte de mí y eso realmente me inquietó, nunca te habías
comportado de esa manera, me miraste directamente a los ojos e hiciste
una pregunta que me rompió completamente, – ¿Quién eres? –
No pude responderte en ese instante, pareciera como si hubiera sufrido
un ataque al corazón, ya que sentí como fue que dejaba de latir mientras
todo se volvía obscuro. Solamente me quedé inmóvil por un rato para
finalmente dejarme caer de rodillas en el pasto, – esto no puede estar pasando –fueron
las únicas palabras que logré coordinar, sentía demasiada impotencia
una a una dejé las lágrimas caer, ¿por qué debía pasar esto? Es una
pesadilla, si debe de ser eso, pero por más que me pellizcaba sólo
comprobaba que era real todo lo que había pasado…Supongo que fue absurdo
el esperar que no hubiera problemas en nuestra relación, creo que debí
de alejarme de ti el día en que me lo pediste, mi cabeza está hecha un
lío esto será tan difícil el sólo hecho de tratar de superarlo.
A
la mañana siguiente era una de tus citas, llegamos al hospital
psiquiátrico después de que el doctor te hiciera unas pruebas
psicológicas junto con unos electroencefalogramas para revisar tu
condición:
–Los
resultados muestran que ya no es recomendable dejarlo en el exterior es
preferible dejarlo en un lugar en el cual puedan hacerse cargo de él
junto con el tratamiento adecuado, pero aún después de todo esto no les
puedo asegurar que logre recuperarse del todo.
–Doctor ¿habrá algo que logre recordar?
–El
cerebro humano aunque llegue a olvidar fechas o rostros lo que
permanecerá en él serán todas las emociones y sentimientos que ha
llegado a desarrollar.
–Eso significa que ¿tal vez pueda llegar a recordarme?
–Tal vez, pero lo único que recordará por el momento es la sensación de haber pasado ratos agradables contigo.
–Qué lugar me recomienda para dejarlo a su cuidado
–Puedes dejarlo en este hospital
–Doctor ¿puedo pedirle un favor?
Le
pedí el poder quedarme a trabajar en el hospital, como tenía unos
estudios bases en la neurociencia pude quedarme es algo difícil hacerlo
junto con la universidad pero todo esto es por él. Tal vez sea egoísta
por creer en algo casi imposible pero mantendré la esperanza en él, solo
espero no sufrir más de lo que tengo que pasar a diario, toda la rutina
llega a doler. Cuantas veces hubiera querido tomar su mano como antes
lo hacíamos, darnos un abrazo en el cual expresábamos nuestros
sentimientos, esos besos fugaces que nos dábamos acabando completamente
sonrojados por la vergüenza, incluso esa tardes en las que observábamos
juntos las puestas de sol recargados en el hombro del otro, pero no
puedo hacerlo un movimiento en falso y acabaré confesándote todos estos
sentimientos los cuales tengo que mantener en secreto.
Entre
preguntas y preguntas las cuales ibas anotando en tu libreta se nos fue
el día, varias veces intentaste que te revelara algo más sin obtener
resultado, al caer la noche te levantaste de tu cama para observar
fijamente la ventana mirando el cielo cubierto de estrellas – Está hermoso el cielo de hoy –
dijiste mientras lo mirabas, después hiciste un movimiento repentino me
tomaste de la mano para observarlo juntos mi corazón latía rápidamente
comenzando a doler por qué tienes que hacer todo este tipo de acciones
haciendo que acabe sufriendo aún más tal vez hubiera sido más fácil
habernos despedido cuando me lo dijiste. Pero entonces hubiera sido aún
más doloroso, no voy a desistir he elegido cuidarte por más doloroso que
sea. Te acercas te aún más a la ventana tratando de observar mejor
cuando de repente te volteaste mirándome directamente a los ojos con un
rostro que denotaba alegría – Vamos a dibujarlo, para así recordarlo por siempre– sonreías
mientras lo decías, esto es frustrante trato de no crearme falsas
ilusiones y al final llegas a desmoronarme por completo todos los días,
comenzamos a dibujarlo mientras escribías algo en tu libreta lo cual no
llegué a ver para finalmente arrancar esa nota y pegarla en el dibujo,
no me dejaste verla diciendo que era un secreto, ah me haces recordar
nuestra relación siempre habías sido así acabando avergonzado por todo.
Al
parecer sigues siendo la misma persona, no ha cambiado tu personalidad,
por ese motivo seguiré manteniendo viva la esperanza de que algún día
lograrás tener tus memorias nuevamente. Porque eres alguien especial
para mí seguiré cuidándote aunque al final acabe sufriendo por el simple
hecho de que no lograrás recordarme, te amo y lo seguiré haciendo
aunque no lo sepas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario